Aumento salarial en Venezuela (2016): falacias, falacias, falacias...

No es que sea una experta economista ni mucho menos. Tampoco finjo serlo. Simplemente soy una letrada apenas que se preocupa y deprime con cada aumento salarial que hay en su país. ¿Por qué? Simple:

aumento de salario = aumento en los productos alimenticios + aumento en productos de higiene personal + aumento de pasaje

¿Cómo lo sé? Porque salgo a trabajar todos los días. Porque, desde que ahora comprar cualquier cosa es un lujo, compro los días que me corresponden las cosas que consigo. Porque, desde que ya no es un lujo sino una odisea, voy todos los días al mercado más cercano a ver qué hay y en cuánto.


Ya sé que hay gente que se levanta temprano y consigue todo lo que necesita para su familia, o gente que gana el triple de lo que yo gano y puede darse un lujo. ¿Pero y quiénes ganamos salario mínimo? Nos toca resolver con lo que tenemos y estirar nuestros churupos hasta donde podamos. Como dicen los viejos: arroparnos hasta donde alcance la cobija. Pero, cada aumento salarial no se convierte en alegría para quienes entendemos esta fórmula tan simple, sino más bien en un motivo de preocupación tan grande, sobre todo en este último trimestre del año, donde no sabremos qué pasará con nuestros empleos.


Recuerdo que, a principio de año, aún podía darme el lujo de comprar algunos dulces o comer fuera de mi casa. La cosa estaba difícil, sí, y aún así no encontrábamos mayores alimentos, pero podíamos sobrevivir. Lo mismo con el segundo aumento a pesar que ya las cosas comenzaban a complicarse.

Para agosto, nos emepzamos a resentir en mi casa. Conste que hablo de la mía, de mi situación. Hay personas que incluso desde el año pasado tienen problemas económicos y dificultades a los mismos. Quizás porque mi familia es bastante pequeña, pudimos "bandearnos" bastante bien a principio de año. Pero la mitad del mismo no fue nada afortunado. Comenzamos a tener deficiencias de alimentos, caímos en la disminución de porciones, en la búsqueda constante de arroz o harina, en la compra bachaqueada. Mi madre, una señora tan asquerosamente noble que no podría ser odiada, ha sido una maga de los alimentos y el dinero y ha sabido administrar lo poco que tenemos para darnos las tres comidas del día aunque eso implique el que ella reduzca aún más las cucharadas en su plato.

Septiembre fue terrible. Ni bien había cobrado una quincena (el último, a decir verdad) cuando a los cuatro días siguientes ella me dice que no tenemos con qué cenar o desayunar en dos días. Tuve que pedir un adelanto de mi mísero aguinaldo de un mes en mi trabajo para que tuviéramos con qué comer esa quincena.

Ahora que nos lanzan esta bomba de aumento salarial, no puedo evitar pensar lo que mi jefa me dijo hace un mes: "Si se da lo del aumento, yo no sé qué vamos a hacer. Yo no tengo con qué pagar eso". Dudo ser la única en esta situación. ¿Cuántos empleados dejarán de serlo porque sus empresas no tienen con qué pagar esta barbaridad de salario? No lo sé. Y, en todo caso, ¿de qué sirve aumentar el salrio mínimo? Ya se ha demostrado que esto, al menos por ahora, no ha funcionado: ¿de qué sirve ganar casi 100 palos al mes si una cesta básica de alimentos está 5 veces por encima de esta cantidad? Eso en caso que se pueda conseguir harina, arroz, café, azúcar, leche, pasta en un mercado sin necesidad de esperar a que te toque tu sagrado día para comprar. Ah, ¿es que no puedes comprar todos los días? No. Para quien no vive acá, Venezuela, en los últimos 2 años, ha implementado un "horario" de compra para sus habitantes basado en el último dígito de su cédula de identidad: su servidora, cuya cédula termina en 5, sólamente puede comprar productos de primera necesidad los días miércoles, cuando anda trabajando, o los domingos, cuando no llega casi nada a los mercados. A mi mamá le toca los días lunes por termina en 1 y los días sábado.

Pero bueno, mientras tanto, me toca aguantarme los comentarios tipo "¡Esto es una victoria revolucionaria!" por parte de aquellos que, no sé cómo, sí logran tener hasta 5 comidas diarias o quizás se alimentan de la ilusión de un pueblo revolucionario, unido y socialista regido por el sucesor del Comandante Supremo Intergaláctico. Bien por ellos.


Fuentes: Salario mínimo de Wikipedia | Canastas básicas de marzo, mayo, julio y septiembre de El Nacional.

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